Deporte y naturismo
Nacemos desnudos, y aunque en el pasado la vestimenta nos ha ayudado a mantenernos abrigados y a protegernos de las inclemencias del tiempo, hoy por hoy parece que el tema de la desnudez sigue siendo un tabú, sobre todo por vincularla directamente con la sexualidad. Nuestra sociedad ya piensa que cuando alguien se desnuda es que hay un componente erótico en el propio hecho de mostrar su cuerpo tal y como es, algo que por supuesto, no tiene porqué ser así, ni mucho menos.
Hay personas que simplemente se sienten mucho más a gusto estando desnudas, y de hecho, practican el naturismo siempre que les es posible. Pero en la mayoría de ciudades no se permite que alguien vaya desnudo por la calle, por ejemplo, ya que puede cometer un delito de exhibicionismo. Lo más extraño es que en España no hay ninguna norma estatal que prohíba exactamente el nudismo, así que por derecho técnicamente estaría permitido, salvo que para contrarrestar esto, la mayoría de ciudades y municipios sí que tienen normas creadas expresamente para este fin.
Hoy por hoy el naturismo es algo mucho más normal que antaño, pero sigue siendo un tabú para muchos, especialmente en sociedad. Hay muchas playas nudistas, resorts e incluso pueblos enteros, tanto de costa como de interior, donde el naturismo está permitido y no hay ningún problema en ir sin ropa por la calle. Sin embargo, el nudismo también tiene sus límites, sobre todo cuando estamos en una ciudad que lo pena de forma directa, con multas. Tal es el caso de Barcelona, por ejemplo, donde ya no se habla de ir desnudo, sino simplemente en bañador, algo que está prohibido y que puede ser justificante para sanción, no muy grande, pero sí limitante para este tipo de conductas. ¿Es lógico que se prohíba de esa manera el naturismo? ¿Deberían desaparecer las leyes que lo limitan?
Como aclarábamos al principio, el nudismo está amparado por la ley estatal, pero penado por leyes concretas que puede imponer cada ciudad o cada municipio. Esto genera un problema de Derecho, por el cual la multa que se nos imponga por hacer nudismo puede ser retirada en instancias superiores, ya nacionales, y devuelta, aunque es un proceso largo y complejo. Poníamos antes el ejemplo de Barcelona por ser uno de los más concretos, y es que en la capital de Cataluña está prohibido ir desnudo e incluso semidesnudo, con multas que oscilan entre los 300 y los 500 euros. Pero es que además también se prohíbe expresamente ir en bañador por la calle, entendemos que solamente con esa prenda, claro está, bajo multa de entre 120 y 200 euros. Sin embargo, en algunos recintos especiales como playas y piscinas sí se permite el nudismo, cuanto menos parcial, e incluso total en algunos casos. Dependerá del lugar, desde luego.
Los datos expuestos sobre las multas de Barcelona son muy similares en otras ciudades españolas. Las multas oscilan entre los 100 y 500 euros en la mayoría de ellas, aunque hay situaciones que pueden derivar en delitos más graves, asociados ya al exhibicionismo. Dependerá de la ciudad y del propio lugar en el que nos encontremos. De hecho, en muchas playas tampoco se permite el nudismo total, e incluso está penado con multas que superan los mil euros. Y si hablamos ya de lugares dentro de las propias ciudades, como restaurantes o espacios públicos tanto de exterior como de interior, el nudismo parece totalmente prohibido bajo multas bastante importantes que pueden llegar incluso a los 3.000 euros en los casos más flagrantes. Los nudistas defienden que se ataca su libertad individual, ya que técnicamente no hay una ley que prohíba expresamente el nudismo como tal, pero si hay ordenanzas municipales que lo hacen.
Esta es una de esas preguntas importantes que los nudistas se hacen sobre todo cuando están empezando en todo este mundillo y quieren asegurarse de cumplir las normas, especialmente para evitar multas como las que ya hemos mostrado antes. El nudismo no está prohibido expresamente por ninguna ley estatal, ni siquiera en nuestro código civil, pero si lo está a través de diversas ordenanzas que cada ciudad o municipio tiene el poder de desarrollar, para limitarlo en su territorio. Es por eso que una misma situación puede ser punible en Barcelona pero no en Málaga o en Tenerife. Lo habitual es que solo se permita el naturismo total en ciertas playas, debidamente delimitadas para ello, y también en espacios privados como hoteles, campings y alojamientos nudistas.
Hay lugares que parecen estar a medio camino entre lo permitido y lo que no. Los chiringuitos de playa o restaurantes muy cercanos a este tipo de lugares pueden permitir que la gente tome su cerveza desnuda, aunque en la mayoría de casos también obligan a ponerse ropa. Sobre todo buscando el respeto hacia las personas que van vestidas, porque al fin y al cabo son mayoría, y podrían sentirse ofendidas al ver a gente desnuda comiendo a su lado. Eso mismo ocurre en las propias ciudades, donde hay muy pocos lugares que permitan el nudismo, y casi todos son privados. Estamos hablando desde el principio del simple hecho de ir desnudos por la calle, sin ningún tipo de connotación sexual ni exhibicionista. Las leyes, sin embargo, parecen no entender esa diferencia y siguen cargando contra los nudistas, que tienen que acudir a estos lugares especiales casi como si fueran guetos.
Desde la Federación Española de Naturismo se lleva décadas trabajando para presentar el nudismo tal y como es, sin tabúes, sin connotaciones negativas, simplemente una forma de vida natural en la que las personas se sienten mucho más libres sin llevar ropa encima. Partiendo de la propia legalidad, la Federación siempre advierte de que el nudismo no está expresamente prohibido por las leyes estatales españolas, aunque se da de bruces contra las ordenanzas municipales, que restringen muchísimo las posibilidades de los naturistas a poder estar a gusto en cualquier lugar. De hecho, la propia federación habla de nudofobia, un problema que parece invisible porque la mayoría no lo sufre, pero que es algo por lo que los nudistas deben pasar durante toda su vida. ¿Deberían poder ir desnudos en cualquier momento por la calle o es algo que se debe limitar, no solo por cuestiones estéticas sino sencillamente higiénicas?